IOF en Brasil: entiende el impuesto, cambios recientes y su impacto

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El IOF en Brasil, sigla de Impuesto sobre Operaciones Financieras, volvió al centro del debate nacional en 2025 después de una serie de decretos, revocaciones y disputas legales que modificaron y luego restablecieron sus tasas.

Este impuesto se cobra sobre operaciones como el cambio de divisas, créditos, seguros e inversiones, lo que impacta directamente las finanzas de las empresas. En los últimos meses, el constante vaivén legislativo ha generado incertidumbre entre quienes viajan, invierten o buscan préstamos.

 A continuación, te explicamos qué es el IOF, cómo funciona, qué cambios se habían previsto, qué se modificó realmente después de la revocación del decreto que aumentaba las tasas y lo que aún está en discusión en el Supremo Tribunal Federal (STF).

¿Qué es el IOF?

El IOF en Brasil es un impuesto federal que se cobra sobre operaciones financieras como:

  • Préstamos y financiamientos;
  • Cambio de divisas (compra de moneda extranjera, tarjetas internacionales);
  • Operaciones con seguros;
  • Inversiones, especialmente en instrumentos a corto plazo;
  • Pensiones privadas (como el VGBL).

Además de ser una fuente de recaudación, el IOF tiene una función reguladora: el gobierno puede ajustar sus tasas para controlar el flujo de capital, fomentar o frenar el crédito, y equilibrar las cuentas públicas.

¿Qué ocurrió con el IOF en 2025?

En mayo de 2025, el gobierno federal promulgó el Decreto 12.499, que aumentaba las tasas del IOF sobre diversas operaciones. Esta medida buscaba reforzar la recaudación y compensar las pérdidas previstas en el presupuesto, especialmente por las exenciones otorgadas en otras áreas.

Sin embargo, el Congreso Nacional derogó el decreto a finales de junio mediante el Decreto Legislativo 176/2025. Como resultado, las tasas volvieron a los niveles anteriores al 22 de mayo, lo que provocó una pérdida estimada de R$12 mil millones en la recaudación federal en 2025, según la Receita Federal.

 El Ejecutivo reaccionó y, a principios de julio, el presidente Lula llevó el caso al STF mediante una Acción Declaratoria de Constitucionalidad (ADC 96), solicitando una medida cautelar para restablecer el decreto. La acción argumenta que la fijación de las tasas del IOF es prerrogativa del Poder Ejecutivo y que la intervención del Congreso viola el principio de separación de poderes.

Actualmente, no hay una decisión definitiva. El 15 de julio se realizó una audiencia de conciliación con la participación de la AGU, el Ministerio de Hacienda, parlamentarios y partidos políticos. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo, y todos decidieron esperar la decisión judicial del relator, el ministro Alexandre de Moraes.

IOF en Brasil: ¿Cómo afectan las principales operaciones?

Con la derogación del decreto presidencial, las tasas del IOF en Brasil volvieron a los siguientes niveles:

Operaciones de cambio

Antes del decreto: se había unificado una tasa del 3,5% para la mayoría de las operaciones de cambio, tales como:

  • Tarjetas de crédito y débito internacionales;
  • Compra de moneda extranjera en efectivo;
  • Tarjetas prepagadas y cheques de viaje;
  • Préstamos externos a corto plazo.

Tras la revocación:

  • 1,1% para compra de moneda en efectivo;
  • 3,38% para otras transacciones con tarjetas de crédito, débito y prepagadas;
  • 0,38% para operaciones no especificadas, cobrada solo una vez;
  • 1,1% para remesas al exterior y préstamos con plazo inferior a un año.

Importante: operaciones como importación/exportación, retorno de inversión extranjera y remesas de dividendos no se vieron afectadas.

Crédito para empresas

    • El IOF aumentaba al 3,38% anual en operaciones de crédito con empresas en general;
    • Las empresas del Simples Nacional pagarían hasta el 1,95% anual;
    • Operaciones como riesgo sacado (anticipación de pagos a proveedores) comenzaban a pagar IOF;
    • Inversiones en Fondos de Derechos Crediticios (FIDCs) pagaban un 0,38% de IOF.

Situación actual (tras la derogación):

  • El techo del IOF volvió al 1,88% anual para empresas;
  • Las empresas del Simples pagan como máximo el 0,88% anual;
  • El riesgo sacado vuelve a estar exento;
  • La compra de participaciones primarias en FIDC vuelve a estar exenta.

Pensiones privadas (VGBL) 

Con el decreto:

  • Había exención para aportes mensuales de hasta R$25.000 (R$300.000 por año) hasta 2025, y hasta R$50.000 por mes a partir de 2026;
  • Por encima de esta cantidad, se aplicaba un 5% de IOF. 

Situación actual:

  • Aporte de cualquier monto vuelve a tener tasa cero.

Fintechs, apuestas y fondos de inversión

Aunque el decreto del IOF fue suspendido, el gobierno promulgó una Medida Provisional (MP) para aumentar otros impuestos:

  • La contribución de las apuestas (casas de apuestas online) subirá del 12% al 18%, si la MP es aprobada;
  • La tasa para las fintechs podría pasar del 9% al 15%;
  • Los cambios en el Impuesto sobre la Renta para los más ricos entrarán en vigor solo en 2026, tales como:
  • Fin de la exención para LCI, LCA, CRI, CRA y debentures;
  • Aumento del IR sobre los Intereses sobre Capital Propio (JCP) del 15% al 20%.

Estas medidas enfrentan resistencia en el Congreso y aún no están confirmadas. La MP sigue siendo válida por hasta cuatro meses.

Criptomonedas e IOF sobre stablecoins

Además de las discusiones sobre fintechs y apuestas, el gobierno también está evaluando aplicar el IOF sobre las operaciones con criptomonedas, especialmente las transacciones que involucren stablecoins, monedas digitales respaldadas por activos estables (como el dólar).

Según un informe de Folha de S.Paulo, el Ministerio de Hacienda planea proponer, mediante una nueva Medida Provisional, una tasa fija del 17,5% de Impuesto sobre la Renta sobre ganancias con criptomonedas. Actualmente, este impuesto varía entre el 15% y el 22,5%, dependiendo de las ganancias obtenidas. El cambio busca simplificar y estandarizar la tributación de los activos digitales.

La aplicación del IOF sobre stablecoins dependerá de la aprobación del Banco Central, que aún está llevando a cabo una consulta pública sobre el mercado de divisas. El impuesto se aplicaría a operaciones con características de cambio, como la conversión de monedas fiduciarias en stablecoins y viceversa, acercándose a transacciones tradicionales de cambio.

La propuesta aún no ha sido oficializada, pero fue presentada internamente por el ministro Fernando Haddad en una reunión con los líderes del Congreso Nacional, según el periódico. El objetivo del gobierno es aumentar la recaudación, ampliar la base tributaria y modernizar la regulación fiscal del mercado de criptoactivos en Brasil.

¿Cuál es el impacto del IOF en tu día a día?

Las decisiones sobre el IOF en Brasil afectan directamente a los consumidores y las empresas. Por ejemplo:

  • Quienes viajan al extranjero pagarán menos impuestos al comprar dólares en efectivo y al usar su tarjeta;
  • Las empresas que toman crédito, especialmente las del Simples Nacional, tendrán condiciones más accesibles;
  • Los inversores en pensiones privadas VGBL no pagarán IOF, independientemente del monto del aporte;
  • Bancos y fondos también se benefician de exenciones para ciertas operaciones.

Por otro lado, la inestabilidad en las reglas y el estancamiento jurídico generan incertidumbre tributaria, dificultando la planificación financiera a largo plazo y el ambiente de negocios en el país.

¿Qué esperar de aquí en adelante?

Con el STF involucrado y sin consenso entre los Poderes, el futuro del IOF en Brasil sigue siendo incierto. La decisión del ministro Alexandre de Moraes será crucial para determinar si el decreto presidencial será restablecido o si prevalecerá la decisión del Congreso.

Además, el resultado podría sentar un precedente para futuras disputas entre el Ejecutivo y el Legislativo sobre la competencia tributaria. Mientras tanto, los consumidores y las empresas deben estar atentos a las actualizaciones y seguir de cerca las nuevas MPs y decretos.

IOF como pieza clave del equilibrio fiscal y la confianza del mercado

El IOF en Brasil, más que un impuesto sobre operaciones financieras, se ha convertido en 2025 en una herramienta política de gestión fiscal, palanca de recaudación y prueba de fuerzas entre los Poderes.

El intento de elevar las tasas expuso las divergencias entre el Congreso y la articulación política del gobierno para recaudar impuestos. Los agentes económicos y las empresas privadas consideran que la carga tributaria en Brasil sigue siendo volátil, y la falta de consenso entre el Ejecutivo y el Legislativo puede afectar directamente las decisiones de inversión, expansión de negocios y operaciones en mercados digitales.

La disputa ahora sigue en el STF. Mientras tanto, las empresas y los inversores, incluidos los del sector de criptoactivos, siguen de cerca los desarrollos, tratando de anticipar los próximos movimientos en el tablero tributario brasileño.

Escrito por: Cleo