Las relaciones comerciales entre Perú y la Unión Europea se han consolidado como una de las alianzas más sólidas y estratégicas para el país sudamericano. Desde la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio en marzo de 2013, la UE se ha convertido en el tercer socio comercial de Perú, representando aproximadamente el 11 % del comercio total de bienes del país.
Solo 10 años después de esta firma, los datos de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT) revelan que las exportaciones peruanas a la UE ya han alcanzado los US $6 811 millones, lo que representó un crecimiento del 1.5 % respecto al año anterior y un avance sostenido del 6.2 % en relación a 2013.
Para Perú, el mantener la buena relación con la Unión Europea es un paso adelante que puede ayudar a fortalecer su posición en la región. Con la reciente inauguración del Puerto de Chancay, que recortará los días de traslados hacia Asia – China principalmente-, el país incaico tiene a las exportaciones como una de sus principales fuentes de ingreso, con un especial foco también en Europa, una zona que, según PROMPERÚ, representa un mercado potencial de más de 500 millones de personas.
Es por eso que en este artículo buscaremos poner un ojo en torno a los beneficios que las relaciones comerciales entre Perú y la Unión Europea ya cosecharon y los que puede significar en el futuro.
La Unión Europea es uno de los principales socios comerciales del Perú. Gracias al TLC vigente, el Perú ya goza de un acceso preferencial a este mercado. Entre los principales bienes exportados al mercado europeo figuran el cobre (11,4%), café sin tostar (9%), paltas frescas (7%), calcina de zinc (6,1%), y arándanos (5,5%). Asimismo, en los más de 10 años de acuerdo comercial con la Unión Europea, se han importado productos por un total de US$ 43 717 millones.
A la fecha, la UE se ubica como el primer proveedor de productos farmacéuticos del Perú y el país incaico es el primer abastecedor extracomunitario de palta, arándano y espárrago; y segundo en uva fresca para la UE.
Pero este acuerdo también puede significar una gran expansión en los tipos de productos con potencial de exportación. De esta manera el oro puede repuntar para acercarse a la exportación de cobre y zinc. De la misma forma, los denominados ‘superfoods peruanos’ como la quinua y el café orgánico pueden explotar su actual popularidad en Europa para aprovechar la tendencia saludable.
Otros productos con potencial de incrementar su nivel de exportación son los relacionados a la pesca (harina de pescado, langostinos y conservas de atún), los productos agroindustriales como el cacao, los textiles como el algodón Pima y las prendas de alpaca, entre otros productos primarios o finales.
Finalmente, otro aspecto que se busca incrementar son los países destino de las exportaciones peruanas en suelo europeo. Según información de ADEX, entre enero y octubre del 2024, Países Bajos ha sido el país más significativo para la exportación peruana alcanzando un total de US$ 1,958 millones, seguido por España (US$ 1,652 millones), Alemania (US$ 714 millones), Italia (US$ 712 millones) y Bélgica (US$ 513 millones).
La Unión Europea también desempeña un papel clave en el mercado peruano a través de sus exportaciones. Entre los productos más destacados que llegan al Perú se encuentran maquinaria, vehículos, productos farmacéuticos y alimentos procesados. Estos bienes representan una combinación de insumos esenciales para la industria peruana y productos finales para el consumo directo.
Según datos del Gobierno Peruano, desde la entrada en vigor del Acuerdo Comercial, las importaciones peruanas desde la Unión Europea han acumulado US$ 43, 717 millones. A la fecha, se ubica como el primer proveedor de productos farmacéuticos del Perú y uno de los más importantes abastecedores de acero, plásticos y vehículos.
Para el Perú, el TLC se mantiene vigente con cifras muy alentadoras y no hay intenciones de ninguna de las partes por renegociar términos que puedan afectarlo, por lo que el panorama es alentador. A ello podemos sumarle el reciente acuerdo entre de la Unión Europea con Mercosur, bloque que si bien es cierto no incluye a Perú, sí lo tiene como Estado asociado por lo que las perspectivas podrían mejorar.
Una de las principales oportunidades es la diversificación de exportaciones hacia productos de mayor valor agregado, lo que reduciría su dependencia de las materias primas. Este es un pilar importante que a su vez trae mayores beneficios.
Con una diversificación de exportaciones, la imagen del país mejora, atrayendo más inversiones provenientes de Europa. Los sectores que más pueden aprovechar este ingreso de inversiones son la energía, infraestructura y tecnología, sectores considerados estratégicos para impulsar el crecimiento económico y la generación de empleo.
Al trabajar con empresas europeas, el Perú también podría incorporar tecnologías avanzadas y sostenibles, mejorando la competitividad de sus productos en mercados internacionales. Las PYMES también se verán impulsadas al poder acceder a nuevos mercados y establecer alianzas con socios europeos. Por ejemplo, durante estos 10 años, el Perú registró 4 805 nuevas empresas exportadoras a la UE, donde el 88 % son micro y pequeñas empresas.
No obstante, para aprovechar plenamente los beneficios del acuerdo, el Perú necesita superar ciertos desafíos. Entre ellos, mejorar su infraestructura logística, reducir la burocracia en los procesos de exportación y fortalecer la educación técnica y tecnológica para preparar a su fuerza laboral para las demandas del mercado global.
Para las empresas de la UE que ingresan al mercado local, una agencia de Relaciones Públicas en Perú puede ser la clave para tener éxito, ya que facilita el acceso a medios de comunicación y líderes de opinión clave, incrementando visibilidad y credibilidad sin depender exclusivamente de publicidad pagada.
Las buenas relaciones comerciales entre Perú y la Unión Europea representa una gran oportunidad para que el Perú refuerce su posición en el comercio internacional. Con el compromiso de los sectores público y privado; y una estrategia adecuada, el país podría no solo aumentar sus exportaciones, sino también impulsar también su desarrollo económico y social a largo plazo.