¿Sabías que la conferencia de las partes (COP) se iniciaron en América Latina?

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COP significa “Conferencia de las partes”, lo que se refiere a la reunión anual de 198 naciones de todo el mundo que afirman un acuerdo para negociar en favor del medio ambiente. Este acuerdo se conoce como la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). 

El tratado se adoptó en 1992 durante la conferencia de las naciones unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, la famosa “Earth Summit”, celebrada ese año en Rio de Janeiro. Su objetivo era estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera para mitigar el cambio climático, una preocupación que venía en aumento desde 1970.

Earth Summit (1992)

Sin embargo, para garantizar que este tema se debatiera regularmente era necesario crear un espacio de debate. La Conferencia de Las Partes surgió como una plataforma para reunir a los países (partes) comprometidos con la CMNUCC. Se considera un barómetro para evaluar el progreso en la lucha contra el cambio climático, así como un foro para debatir nuevos compromisos y negociar políticas globales relacionadas con el tema.

La Earth Summit de 1992 también estableció el concepto de “responsabilidad común pero diferenciada”, según el cual los países desarrollados asumieron una mayor responsabilidad por las emisiones de gases de efecto invernadero ( desde la Revolución Industrial) que los países en desarrollo. Por lo tanto, estos últimos también tendrían un papel más importante en la financiación climática.

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¿Por qué es importante la COP?

Este es el principal foro internacional para las negociaciones sobre el cambio climático. Reúne anualmente a los países signatarios de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) con el objetivo de evaluar el progreso logrado en las acciones climáticas globales, debatir estrategias y fortalecer los compromisos internacionales para abordar la crisis climática.

En la COP participan representantes de los 198 países miembros de la CMNUCC, incluyendo jefes de estado, ministros y delegaciones técnicas. Además de los gobiernos, el evento también moviliza a diversos actores de la sociedad civil, como organizaciones no gubernamentales, empresas, pueblos indígenas, grupos juveniles, líderes comunitarios, instituciones financieras, universidades y centros de investigación.

Durante la conferencia, se negocian acuerdos y decisiones, que pueden ser jurídicamente vinculantes o voluntarios, como fue el caso del Protocolo de Kioto y, más recientemente, el Acuerdo de París. Estos instrumentos establecen objetivos, compromisos y mecanismos de financiación para acelerar la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, fomentar la adaptación climática y promover la cooperación internacional. Estas decisiones, a su vez, impactarán a diversos sectores de la sociedad.

Por esta razón, suele haber una intensa movilización social en torno a las COP. Los activistas se convierten en portavoces esenciales, que no sólo representan sino que también tienen el poder de influir en la opinión pública, planteando preguntas sobre los acuerdos y presionando a los gobiernos para que adopten soluciones basadas en la experiencia vivida de quienes más sufren el cambio climático.

Además de Txai Suruí, líder indígena brasileña, en las COP han participado otros activistas latinoamericanos, entre ellos Nemonte Nequimo, líder indígena de Ecuador, Xiomara Acevedo, fundadora de la ONG Barranquilla, y Amanda da Cruz Costa, activista climática, antirracista y ecofeminista brasileña.

Junto a los periodistas, que difunden los debates de la COP a los medios de todo el mundo, la colaboración de diversas fuerzas y conocimientos representa una propuesta de acción colectiva, reconociendo las diferentes condiciones de vida y buscando soluciones adaptadas a cada región.

Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático(IPCC)

El IPCC es un organismo científico creado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1988, incluso antes de la creación de la COP. Integrado por un panel de científicos, el IPCC monitorea los cambios ambientales e identifica oportunidades para mitigar los daños causados por la actividad humana. Sus estudios se publican cada 6 o 7 años y en los participan expertos en climatología, biología, economía y ciencias sociales, lo que enriquece los estudios y orienta las soluciones propuestas por la COP.

De hecho, hasta 2024, el IPCC estimó que se produciría un calentamiento global de 1,5 °C alrededor de 2025. Sin embargo, este umbral se alcanzó inesperadamente este año, lo que indica que el cambio climático está progresando mucho más rápido de lo previsto.

Acuerdos Clave Establecidos por la COP

Protocolo de Kioto

Firmado en 1997 en la COP3 de Kioto (Japón), este protocolo buscaba reducir las emisiones de gases de efecto invernadero mediante objetivos que debían cumplir los países desarrollados. Los países en desarrollo, por otro lado, podían contribuir con sus propias medidas. El objetivo era reducir las emisiones en un 5,2 % con respecto a los niveles de 1990.

El acuerdo entró en vigor recién en 2005 y, aunque fue ratificado por 190 naciones y territorios, careció de la validación de algunos países considerados esenciales para lograr los resultados esperados. En América Latina, Honduras, Perú, Brasil, Argentina, Bolivia, Barbados, Guatemala y Uruguay fueron signatarios del protocolo.

De hecho, entre 2005 y 2012 se registró una reducción de las emisiones de gases contaminantes gracias a los esfuerzos de varios países signatarios. Sin embargo, la tasa global de emisiones aumentó un 38 %. A pesar de ello, el Protocolo de Kioto hizo contribuciones significativas a la desaceleración del calentamiento global al sentar las bases para futuras iniciativas de mercados de carbono e inversiones en tecnologías limpias en los países más vulnerables al cambio climático, una propuesta presente en el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL).

Acuerdo de Paris

La necesidad de un plan más eficiente para reducir la contaminación condujo al Acuerdo de París, que sustituyó al Protocolo de Kioto. La intervención tuvo lugar en 2016 en la COP21, celebrada en París, Francia.

Además del objetivo ya establecido en el acuerdo anterior, este reforzó la preocupación por el aumento de la temperatura global en comparación con los niveles preindustriales, exigiendo medidas para ayudar a mantenerla por debajo de los 2 °C —idealmente, por debajo de los 1,5 °C—, que, lamentablemente, se superó en 2024.

Las tensiones geopolíticas también afectan directamente la participación de los países en los tratados climáticos globales. Uno de los casos más emblemáticos es el de Estados Unidos, uno de los mayores emisores de gases de efecto invernadero del mundo, que, bajo la administración Trump, anunció en 2017 su retirada del Acuerdo de París.

En 2021, con la llegada de Joe Biden al poder, el país reanudó sus compromisos climáticos. Sin embargo, en 2025, Estados Unidos inició nuevamente el proceso de retirada con el regreso de Trump, reavivando las preocupaciones sobre su postura en la agenda ambiental internacional y sirviendo en consecuencia de reflexión para otras naciones importantes.

Diferencias entre el Protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París

La principal diferencia entre ambos tratados radica en su enfoque. El Acuerdo de París flexibiliza la distinción tradicional entre países desarrollados y en desarrollo, manteniendo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, pero permitiendo que todos los países asuman compromisos voluntarios según sus capacidades y contextos nacionales. Las naciones deben establecer objetivos (denominados NDC) para mitigar el calentamiento global y revisarlos cada cinco años.

Además, el Acuerdo alienta a las economías avanzadas a invertir en los países emergentes, permitiéndoles construir infraestructura para adaptarse al cambio climático.

Si bien los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París son definidos voluntariamente por cada país, la ambición insuficiente de algunos de estos objetivos y la falta de implementación efectiva por parte de las naciones signatarias han obstaculizado el progreso global en la lucha contra el cambio climático.

Consenso de los EAU

Con el objetivo de implementar acciones prácticas con mayor urgencia y fortalecer el Acuerdo de París, la COP 28 (2023) creó el Consenso de los EAU. Esta iniciativa destaca la importancia de una transición justa y refuerza la necesidad de apoyo financiero y tecnológico para los países en desarrollo, temas que el Acuerdo de París abordó de forma más general. Sin embargo, al igual que otras iniciativas multilaterales, el Consenso de los EAU enfrenta dificultades para pasar de la teoría a la práctica debido a la complejidad de las negociaciones internacionales, las divergencias entre los países y la falta de mecanismos de seguimiento estrictos, lo que podría limitar su impacto práctico a corto plazo.

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¿Qué se discutirá en la COP30?

Este año la agenda de la COP se centrará más en la transición energética y la financiación climática. Una transición energética justa garantiza que la transición hacia una economía baja en carbono sea equilibrada e inclusiva. Su objetivo es minimizar los impactos negativos en los trabajadores, las comunidades vulnerables y las economías locales que dependen de sectores como la minería de carbón y las industrias petroleras.

Además, el debate girará en torno a cómo garantizar que los países en desarrollo reciban financiación adecuada para implementar esta transición sin comprometer su desarrollo económico, un factor estrechamente vinculado a la justicia climática. Otros temas en discusión pueden incluir el uso de fuentes renovables como el hidrógeno verde, los mecanismos del mercado de carbono, la conservación de la biodiversidad y la agricultura regenerativa.

 

Escrito por: Sherlock Communications