Las stablecoins son un componente clave dentro del ecosistema financiero digital. Estos activos combinan la eficiencia de las criptodivisas con la estabilidad del dinero fiduciario. Sin embargo, a diferencia de activos volátiles como Bitcoin o Ethereum, están diseñadas para ofrecer un valor estable, usualmente anclado a monedas fuertes como el dólar estadounidense o el euro.
Sus características les permiten funcionar como un puente entre el sistema financiero tradicional y el mundo digital, reduciendo el riesgo asociado a las fluctuaciones extremas de los precios. Los beneficios de reducción de costos para los usuarios son importantes, ya que quitan de en medio a los intermediarios, al tiempo que le proporcionan liquidez y estabilidad a los mercados.
Las stablecoins se están integrando en el sector de las finanzas descentralizadas (DeFi), donde su oferta de valor se destaca en actividades como préstamos, rendimientos y contratos inteligentes, impulsando la innovación en servicios financieros sin intermediarios. En México han tomado una mayor notoriedad debido a las características propias del país y su sistema financiero.
Como se destaca en nuestro Informe Blockchain LatAm 2025, la inflación en México se redujo a alrededor del 4.7% en 2024, bajando del 7.9% en 2022. A pesar de esta mejora, las stablecoins vinculadas al dólar estadounidense siguen siendo una opción popular para preservar valor y facilitar transferencias en dólares. Esto se debe principalmente a las preocupaciones persistentes sobre la volatilidad del peso y el creciente deseo de exposición a monedas más estables.
Como resultado, las stablecoins respaldadas por el dólar, junto con el MXNT de Tether vinculado al peso, han experimentado un aumento significativo en su uso, especialmente para pagos transfronterizos y transacciones diarias. Estas tendencias subrayan el papel creciente de las stablecoins en proporcionar estabilidad en medio de una economía fluctuante y una moneda local volátil.
Apoyando estos hallazgos, el informe Crypto Landscape in Latin America de Bitso revela que las stablecoins representaron el 36% de las compras de criptomonedas en México durante la primera mitad de 2025, siendo USDC el 25% y USDT el 11%. Aunque esta cifra aún está por debajo del promedio regional de 46%, señala un fuerte potencial de crecimiento para el ecosistema cripto en México, reforzando la importancia de las stablecoins en el panorama financiero del país.
Condiciones adecuadas para crecer
México enfrenta retos en inclusión financiera. A pesar de su relevancia en la economía regional, las cifras oficiales muestran que a 2021, sólo 68% de la población mayor a 18 años tenía o había tenido un producto financiero. Con su población y territorio entre los más grandes del mundo, la tecnología se ha vuelto una clave para reducir la brecha, en especial las stablecoins.
Una de las condiciones que han favorecido el crecimiento de la stablecoins en México es que el país es uno de los principales receptores de remesas del mundo, captando 10% del monto global en 2023. Esta ha sido un área de oportunidad clave en la que muchos proveedores digitales están permitiendo la reducción de costos, que promediaron por envío 4.47 dólares en 2024.
Otro punto importante que ha fomentado este crecimiento en el uso es la volatilidad de la divisa mexicana. El peso es conocido por sus amplios movimientos frente al dólar y otros activos, tanto a la baja como al alza. En contextos de incertidumbre, las stablecoins ofrecen una alternativa que ayuda a proteger el poder adquisitivo en las transacciones sin productos costosos.
Básicamente, en México estos activos tienen un enorme mercado que podría consolidarse en el mediano plazo, apoyado no solo por el volumen de remesas y la búsqueda de alternativas ante la volatilidad cambiaria, sino también gracias al creciente ecosistema DeFi, con fintech, bancos tradicionales y plataformas cripto (y entre ellas una de las más grandes del mundo).
Tendencia en B2B y otros entornos
En América Latina, los datos apuntan hacia las stablecoins. Durante el primer semestre de 2025, su uso en operaciones corporativas como divisas, tesorería y arbitraje, entre otras) sumó 45% del volumen procesado por Bitso Business, superando por primera vez a las remesas en importancia dentro del segmento empresarial, de acuerdo con su Informe From Barriers to Bridges.
El mismo informe destaca que el uso empresarial de stablecoins sigue expandiéndose en sectores emergentes: los clientes de agregadores de pagos crecieron 68%, mientras que para áreas como el gaming, el volumen se multiplicó por 5.3 veces. Las stablecoins ya no son sólo un medio para la transferencia de valor, son un instrumento clave para B2B y los ecosistemas digitales.
Hacia un ecosistema integrado
Los datos y el contexto ya reflejan un cambio estructural hacia las stablecoins, que de alternativa pasarían a convertirse en pieza estratégica de la infraestructura financiera latinoamericana. Como en otras áreas, México es un mercado estratégico en esta transición, ya que su papel como puente entre Norteamérica y Sudamérica invita a aprovechar sus condiciones de crecimiento.
Si el país continúa avanzando en su uso, como sugieren los datos, y se mantiene la visión de una regulación clara, moderna y flexible, tiene el potencial de atraer mayores inversiones en finanzas digitales. De esta manera podría fomentar la innovación y consolidarse como el centro regional para los pagos internacionales, servicios DeFi y soluciones de inclusión financiera.
Oportunidad regional
Así, México ofrece un entorno altamente prometedor para empresas digitales que buscan abrir mercado en América Latina. Con su combinación de factores históricos y un ecosistema fintech en expansión, sumado a su conectividad con Estados Unidos, el país representa una puerta de entrada estratégica para compañías que quieran aprovechar el impulso tecnológico.
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